lunes, 11 de abril de 2011

miedo

Me aterra el compromiso y quizás por ello mis relaciones nunca son las más normales. Aunque realmente, ¿qué es una relación normal?. Nunca dejé que se fuesen las personas del todo en mi vida, porque me daba miedo quedarme sola. Más tarde descubrí que las amigas eran mejor que cualquier hombre y sentí menos miedo..

malos recuerdos !


.creo que la facilidad que tengo en suprimir los malos momentos hace o hizo que vuelva a vos una y otra vez, que te perdone con tanta facilidad y que nunca deje de necesitarte o extrañarte, que en fin, entre necesitar a una persona y extrañarla no encuentro mucha diferencia..porque necesito verte y extraño verte..casi es lo mismo no? pero hoy he decidido desprenderme de todo instante guardado en mi memoria junto a vos, hoy ya no me interesa si volves o si pensas en mi, hoy ERES PARTE DE UN PASADO AL CUAL NO QUIERO RECURRIR NUNCA MÁS ..

Probablemente estoy pidiendo demasiado
se me olvidaba que ya habíamos terminado
que nunca volverá que nunca me quisiste
se me olvidó otra vez que sólo yo te quise
Será que estuve siempre equivocado
Que yo no vi la realidad
Y aunque nos duela esta es la verdad
Si me quedo tu te vas
Qué hacés cuando ya no quedan opciones
Y no podes elegir?
Como un refugiado que debio abandonar
Toda su vida por su libertad
Dicen que todo tiene un lado bueno
Que no hay mal que no traiga un bien
Y si has perdido siempre en este juego
Ahora podras ganar...

Pero
sabés?
Ni
tu
propio
juego
aprendiste
a
jugar:

con comodines a tu favor, y sumando mi debilidad, no supiste armar la jugada.

amor atemporal..



¿Cómo se puede amar y odiar a alguien al mismo tiempo? Así es mi amor: atemporal. Por momentos olvido el presente cuando él es un tipo despreciable y solo puedo recordar cómo era, cómo me trataba, cómo me quería. Mezclo personalidades, momentos, tiempos y así mi amor se vuelve atemporal : sin poder distinguir lo que fue y dejó de ser, de lo que nunca será.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Cambios


Todo cambia. Como decía Heráclito “no podemos bañarnos dos veces en el mismo río”. Cuando volvemos al río a bañarnos por segunda vez sus aguas ya son otras, están renovadas, se han transformado, ya no es el mismo río.

El cambio es perpetuo. Nadie puede resistirse al cambio. Resistirse al cambio es como resistirse al paso del tiempo, una batalla perdida de antemano.

Siempre estamos cambiando, mutando silenciosamente, aunque no lo escuchemos. Cambiar es inevitable. El cambio es la esencia de las cosas, de nosotros, del universo ¿o será al revés? Que la esencia es la que permanece inalterable.

¿Dónde está nuestra esencia, nuestro ser? ¿En eso que permanece a pesar del cambio o en el cambio permanente? ¿Dónde estamos? ¿Podemos ser los mismos si todo cambia, o somos los mismos a pesar de cualquier cambio?

¿Cuánto de utopía tiene pretender cambiar todo de una vez? El cambio tiene sus tiempos, sus procesos. El cambio es algo orgánico porque está vivo. Tal vez la clave sea cambiar con el cambio. Resistirse al cambio es como querer congelar el agua del río para bañarse siempre en las mismas aguas. Cambio es revolución, y ninguna revolución puede ser amable, confortable, cómoda.



Si no cambias con el cambio un día abrís los ojos y ves que todo cambió, y ahí estás perdido en lodesconocido. El cambio es una cuestión de tiempo. De tanto mover el árbol al final la fruta siempre cae. Y cuando el cambio llega no deja lugar a dudas.

Cambia todo, arrasa, transforma, muta. El cambio es la esperanza en la desesperanza. Es confiar en que eso, como todo, también cambiará.